El pueblo en la montaña
En este dibujo vemos los elementos preferidos de Iñaki: unas casas en la cima de la montaña, construidas sobre una roca.
Para llegar a ellas, se puede seguir una carretera que termina en una glorieta. En el centro de esta glorieta, se observan árboles. El acantilado tiene la apariencia de un perro ladrando.La composición tan original del dibujo nos hace preguntarnos si, desde el primer momento, el autor tenía en mente la versión definitiva del dibujo o si esta se iba desvelando poco a poco, dirigiendo la mano sobre el papel.
El dibujo está representado casi en su totalidad por líneas curvas, con pocas líneas rectas. Esto le aporta a la imagen un movimiento intrínseco. Además, este efecto se ve potenciado por el juego de sombras en todos los elementos.
El bolígrafo y los lápices se usan con maestría, reforzando de forma puntual elementos clave, como el ojo del perro, la puerta y un elemento decorativo en forma de corazón en los árboles, entre otros.
Los colores empleados son el amarillo, el negro y el magenta. El blanco de la hoja representa la parte iluminada de los componentes principales y también el vacío junto al acantilado. El cielo magenta nos hace pensar en una aurora que, cambiando de tonalidad, avanza por el cielo.
Si se observa con mucha atención, se pueden ver unas líneas blancas entrelazando todo el dibujo. Parece que la hoja, antes de usarse para esta obra, estuvo debajo de otra sobre la cual se escribió un texto. Las improntas de este mensaje secreto se han quedado grabadas y formarán parte de la composición para siempre.
También se puede observar un elemento de difícil descripción, posiblemente representando las profundidades de la montaña. El magma, de color rojo, está rodeado de otra región de menor temperatura, representada por los colores naranja y amarillo.
Todas estas características son propias de Art Brut, el arte genuino, según algunos autores.
Natalia
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