Este dibujo refleja a una persona en movimiento, lo que se entiende por la inclinación hacia adelante de su cuerpo y la posición de los brazos. Los rasgos de su cara, el pelo y la ropa sugieren que se trata de un joven de una tribu, quizás, de África. El verde evoca una imagen de bosque y los reflejos rojizos en la cara, en la ropa, incluso en el cielo hacen pensar en un atardecer, cálido y apacible. La historia, que nos quiere contar este cuadro, puede que sea la siguiente... Una semana. Tenía que sobrevivir una semana en el bosque. Con esta ocasión mi madre tejió una túnica, la adornó con detalles dorados y mi padre me entregó su cuchillo, el que se lo entregó a su vez su padre. Mi período de iniciación empezó al alba, todos los hombres de la tribu salieron a despedirme. Empezaron a cantar, saludando al sol y deseándome un buen viaje. Cantaban, rogando a la naturaleza acoger a un adolescente y devolver a un hombre. Te vi detrás del arbusto. Tus ojos negros y profundos re