La oruga.
El dibujo, realizado sobre papel plateado con la ayuda de lápices, bolígrafos y rotuladores, presenta pocos elementos: el torso de un humanoide, una oruga y, posiblemente, una mano. Apenas se aplica color, reservándolo para perfilar algunos detalles, mientras que las decoraciones en forma de letras, círculos y números abundan. Las líneas curvas definen las formas representadas, mientras que las líneas rectas refuerzan el efecto estético del dibujo.
“Es asombroso
este planeta; comenzaré por la región boscosa. Los cálculos predicen una alta
abundancia de especies y una gran diversidad de formas de vida.
Puedo quedarme
unos días.
Las
concentraciones de oxígeno son un poco más altas, así que tendré que adaptarme
gradualmente.
La nave,
translúcida y permeable a la luz, permanecía invisible para los demás. No
emitía sonidos ni calor, lo que la hacía imperceptible para los habitantes del
bosque. Cada uno seguía con sus tareas, ajeno a la intensa actividad de la
nave. Un complejo sistema de sondas recopilaba datos del medio ambiente,
mapeando una zona cada vez más extensa.
Oot ajustó su
respiración para adaptarse al nuevo entorno. El aire fresco, húmedo y cargado
de olores a hojas en descomposición, moho, clorofila y polen, lo sorprendió por
su intensidad. Intentó calmarse, centrando su atención en la respiración.
Luego, exploró su cuerpo, sintonizando con las sensaciones. La temperatura
agradable y la humedad no le resultaban molestas; al contrario, se sentía bien.
Continuó
expandiendo su conciencia hacia lo que lo rodeaba. Mentalmente, amplió los
límites de su cuerpo, estableciendo contacto con suelo, plantas, insectos y
animales. Lo hizo sin prisa, deseando sentir y conocer este nuevo y fascinante
mundo.
Disfrutaba
descifrando los mensajes químicos, corporales y vocales. Las relaciones
complejas y maravillosas se desplegaban ante él. Tomó su tiempo para adaptarse
a esta novedad; ahora se sentía en casa.
Siguió avanzando,
expandiendo sus sensaciones y abarcando cada vez más espacio. De repente, Oot
percibió una ligera disonancia. Buscó entre las hojas hasta dar con una oruga.
-¡Hola, hermana!
La oruga,
sintiéndose amenazada, movió agresivamente sus antenas y emitió un sonido
fuerte: “¡Fuera! ¡Soy venenosa!”
-Tranquila,
quiero ayudarte.
Oot localizó y
reparó una pequeña anomalía en el estómago de la oruga. Ahora nada amenazaba su
desarrollo.
Sin dejar de
comer, la oruga agradeció su ayuda y continuó avanzando sobre la hoja. Su mente
funcionaba al mismo ritmo que sus mandíbulas. Sentía la presión del tiempo y el
hambre voraz que le impedía detenerse. En unas horas, se convertiría en una
pupa y se sumergiría en un profundo sueño, hasta transformarse en una preciosa
mariposa.
Oot experimentó
una fuerte conexión con este mundo, que había existido durante mucho tiempo,
pero solo ahora tenía la oportunidad de conocerlo. Antes de seguir, agradeció
al planeta su hospitalidad y mostró su respeto.
Natalia.
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