Lo que la fachada esconde
En este caso, nos encontramos ante un dibujo
emparentado con la obra titulada “No me mires”. Los colores utilizados son pocos,
pero expresivos: el amarillo, el marrón claro, el rosa y el azul.
Los instrumentos empleados también son
escasos: un bolígrafo, lápices y rotuladores. La simplicidad de estas
herramientas contrasta con la profundidad emocional que el artista logra
transmitir. Cada trazo es una decisión consciente, una búsqueda de significado.
Iñaki experimenta jugando con los contrastes.
La intensidad de los colores se enfrenta a la dirección de las líneas.
Los detalles esparcidos por el cuadro nos
invitan a reflexionar. ¿Qué historia se oculta detrás de esos trazos?
En el reverso del dibujo, Iñaki apuntó sus ideas sobre el dibujo; como es habitual, usa mucho el juego de palabras:
"Lo que la fachada es conde. Conde de ¿De Kuala Lumpur. So? Sorry. Tachas. Guapo. Alba, amanece que no es poco: acontece. Recesión. Cesa Fortaleza. FACHADA Y FORTALEZA. 8 M/UD. Monarquía, mono Filipinas. ¡Atienda! No se flipe. A su gusto. Piruleta de carbón dulce KASO 1T/UD CONSENTIR. Puntuar. Boli Catana Rolo. Ascención. Por mirar demasiado. Man “Cenutno”. Plausible “Pablo”. 1 Piruleta. 2 Fachada y fortaleza 3. Juego el conde de Kuala Lumpur. X Moraleja: de tal palo tal astilla. Finalizar inspiración. Moraleja: miró tanto que se le durmió el ojo. 9.6. Semacobalboli. Sacamuelas Dolly Porton. x8. ASCETA. No subir ni bajar. “El abrevadero”. Puntería. CASUÍSTICA. ARMADOR. INFORMACIÓN INFORMAL. Guerra. Alfonso Guerra. UPV. Foto A+ (Felipe Gonzalez) 8 Boyardas Deberes. Fátima Amén. A merendar. Judías verdes con patatas. 9.9 Troba Shonyar Ruy. Shan o Chon se ríe."
Me ha sido difícil descifrar el mensaje, por lo que aporto la descripción de lo que he visto en el dibujo:
“A veces, no quiero ver ni sentir nada. Solo
deseo cerrar los ojos y sumergirme en mi propio mundo. En ese mundo, tú estás a
mi lado. En este mundo, el día que quisiste marcharte yo te detuve. No te dejé
ir.
Solo cinco minutos más, quiero prolongar ese
momento contigo, sentir tu regazo, el aroma de tu cabello acariciando mi
rostro.
No fue la traición ni desamor lo que nos separó.
Sino la soledad que sentías. Me lo confesaste, pero estaba demasiado ocupado para
estar a tu lado.
Cuando abro los ojos, me siento solo. Es como
estar en un desierto, rodeado de rocas áridas, arena abrasadora y un aire que
quema.
Mi cabeza late, como si tuviera clavos
incrustados en ella. Los hombres no lloran, dicen. Pero a veces, solo a veces,
sus ojos derraman lágrimas silenciosas.”
Comentarios
Publicar un comentario