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El monstruo y el pájaro

 

EL MONSTRUO Y EL PÁJARO

Da miedo mostrarse tal cual, cuando piensas que eres demasiado grande y los demás tienen las proporciones tan perfectas…

Te sientes fuera de lugar, vulnerable y expuesto. En la sombra se está más cómodo; nadie te ve ni te juzga. Dejas que la vida pase de largo, crees que no la mereces, que eres demasiado feo o imperfecto.

Tus rasgos no son perfectos; parece que la naturaleza contigo practicó a dibujar, usando el bolígrafo y luego, arrepintiéndose, cambió a un lápiz de grafito, para después seguir con los lápices de colores, pensando que quizá algo se podría mejorar…

El rojo pasión te sabe a ira, el naranjo alegría a descontrol, el amarillo felicidad a tristeza, el verde bienestar a insatisfacción y el azul tranquilidad a apatía.

Pero tú no eres así realmente. Estos colores no te definen, al menos ahora. Mírate por dentro y encuentra esa luz, la que tienes desde que naciste, la que te ilumina desde dentro y está dispuesta a mostrarse a los que la buscan.

No dejes de mirarte con amor. Lo que antes te impresionaba por su rudeza y brusquedad ahora parece una reacción de defensa. Estás asustado, temes que te hagan daño. Mírate en el espejo, tranquilo, respira profundo. Relaja los dientes y, si quieres, regálate una sonrisa. Solo para ti. Una sonrisa que te diga: te veo, te entiendo, te respeto… y te quiero.

No le pidas nada más a la vida. Sabes, que ya tienes todo lo que necesitas: la fuerza de tu padre, las alas de tu madre, y además, puedes elegir tus colores, mezclarlos, experimentar e improvisar. Tienes tiempo, poco o mucho, no importa. Será suficiente para intentarlo.

No intentes parecerte a nadie, eres único. Incluso el más perfecto de todos tiene sus defectos, siempre le faltará algo para completar su perfección. No intentes copiarlo, solo busca inspirarte.  Observa a este pajarito, que te habla sin verte. Como luce sus trazados firmes de bolígrafo, su fino plumaje y sus colores. Incluso el gris lo lleva con elegancia. ¿Lo ves? Aprende de los buenos para ser mejor. Mejor para tus circunstancias y para la vida que te ha tocado vivir.   

Despliega tus alas, no tengas miedo. Ahora son apenas perceptibles sobre tu espalda, pero las tienes para algo, ¿verdad? Descubre hasta dónde te pueden llevar.

Cuando te sientas perdido, mira a tu alrededor. Estás rodeado de criaturas que pueden parecerte feas o bonitas, pero cada una tiene su propósito, exactamente cómo tú. Solo tienes que descubrirlo… y puedes empezar ahora mismo.

Natalia.


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