Tristán
Esta caricatura destaca por su expresividad y la poderosa combinación de colores oscuros y sombríos. Las líneas rectas y angulares predominan sobre las curvas, creando una sensación de rigidez y pesar.
La boca, trazada en línea recta, sugiere
fatiga y desolación infinita. Las decoraciones en forma de cruces en la frente
añaden un toque de melancolía. Parece como si el cansancio y la tristeza se
hubieran grabado en la piel.
Los ojos cansados refuerzan esta impresión.
Sus iris, como soles en ocaso, iluminan el horizonte en tonos rojos antes de
desvanecerse detrás del mar oscuro de penas, sin esperanza de amanecer
nuevamente.
“Otra reclamación. No puedo más, no lo
soporto…
Mi negocio en línea ha caído en una espiral
negativa durante los últimos meses. Si no es un problema, es otro. Pierdo
tiempo y dinero constantemente.
La fábrica está al tanto, pero no toma
medidas. El producto no cumple las expectativas de los clientes, se rompe
durante el transporte y faltan piezas. Parece un cuento interminable.
Mi experiencia como vendedor autónomo ha sido
un fracaso. Lo que al principio parecía una montaña rusa de emociones, con sus
altibajos, se ha convertido en un auténtico desastre.
No desconecto, no como, no duermo. Migrañas y
dolores musculares me atormentan. Por las mañanas, me falla la voluntad para
levantarme o hacer cualquier cosa.
Ya está. Abono este pedido, gestiono la
reclamación con el proveedor y redirijo la página web al sitio del fabricante.
Hasta aquí hemos llegado.
Tengo que pensar en mí. Necesito salir de este
ciclo vicioso. Pediré cita con el psicólogo para mañana.
Hecho.
Hoy no haré nada más. Abro las persianas y las
ventanas, dejo que el aire y el ruido del exterior invadan mi habitación.
Me acomodo en la cama e intento vaciar la
mente, concentrándome en lo que sucede afuera.
Poco a poco, distingo el canto de un canario
desde algún balcón cercano, el aleteo y arrullo de una paloma que no veo detrás
de los árboles, pero no importa.
Me concentro en el sonido de las hojas. Una
madre pasa con su bebé llorando. Me identifico con él y comienzo a llorar
desconsoladamente. Como él, me siento incomprendido y dolido…
Las lágrimas se secan paulatinamente y observo
las pocas nubes flotando en el cielo azul intenso y penetrante.
Dos de ellas cautivan mi atención. El viento
parece empujarlas en la misma dirección, pero se atraen mutuamente por fuerzas
invisibles. Como dos amantes que se besan antes de fundirse en placer…
Incrédulo, observo cómo las nubes se
desvanecen. La intensidad del cielo me molesta y cierro los ojos.
De todas formas, hasta mañana a las 10 no
tengo nada que hacer. Solo descansar un poco…”
Natalia.
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