Vicky

Hay mucha luz aquí, me gusta. Las ventanas son amplias y el local es grande.

- Sabe señorita, este local es perfecto para su estudio de Pilates, ayer me lo ofrecieron y pensé en Usted. No sé por qué, a lo mejor porqué hace mucho tiempo era el primer gimnasio de la ciudad, si no me equivoco al principio del siglo veinte. Era un lugar muy popular en su época.

La agente inmobiliaria no paraba de hablar, no me dejaba pensar. 1, 2, 3, respira… a ver… los techos son altos, impresiona que queden todavía elementos de época, como las molduras decorativas, están muy bien, me encanta. De hecho, todo lo que veo me encanta. Es demasiado grande para mí y seguramente será caro, pero hay algo que me tira con una fuerza inexplicable y no me deja ir. Y este espejo… parece que pueda ver al primer dueño de este local: alto, fuerte, con una preciosa mata de pelo, bigotes poblados y profundos ojos marrones, con chispitas azules... ¿Cómo es posible que pueda imaginarme todo esto? a lo mejor es este sitio, que invita a soñar.

-… Era alto y muy fuerte, le llamaban Bigotudo. Sabe, hasta nuestros días ha llegado una leyenda sobre él. Dicen, que se enamoró de una joven, la vio en un espejo o un sueño, no me acuerdo bien, pero nunca la encontró, no se casó y no tuvo hijos.

-Es una historia más bien triste, no una leyenda.

-Espere a escuchar hasta el final. Dice la leyenda, que el hombre esperó a esta mujer toda su vida y le escribió una carta, que está escondida en algún lugar de este local.

-Es una buena estrategia de venta, desde luego.

 No pude esconder la sonrisa.

-Es posible, pero este lugar estuvo muchas décadas cerrado, por lo que la estrategia no siempre funcionó.

-El local me gusta, de verdad, puedo ver cómo quedaría terminado y me encanta. Lo único que me preocupa es el precio, temo no poder permitírmelo.

-No es tan caro, como se podría pensar. Además, para el primer año el dueño del local puede ofrecer un descuento. La ubicación y las características del local son inmejorables, por lo que muy pronto podrá pagar el alquiler sin problemas. Disculpe, tengo que coger esta llamada, le dejo unos diez minutos para que lo mire mejor.

Por fin, cuanto habla la mujer, será una buena comercial, pero tengo la cabeza como un bombo. Cierto es, que tiene razón, está en un sitio privilegiado y el local tiene mucho encanto, es un lugar, dónde la gente querrá volver.

No puedo dejar de tocar y pasar los dedos por la pared, por las molduras.

Vaya, ¡qué es esto! He descubierto un escondite secreto… estaría bien encontrar un tesoro, jeje. No es un tesoro, es solo una carta muy antigua, casi marrón, con unas letras de caligrafía muy extravagante. Y todavía conserva el olor de un perfume de hombre, no me lo puedo creer…

“Querida Vicky,

Espero, que un día leas esta carta…”

        Para conocer el inicio de la historia, seguir el link link 

Natalia.