Tomás

Por fin, siento como me rescatan del Todo, donde las cosas existen y no existen al mismo tiempo.

La tinta del bolígrafo azul fija sobre la servilleta con líneas firmes mis mechones, como piezas de puzle, uno sobre el otro, de forma caprichosa y a la vez estilizada.

Me centro en las emociones del hombre que maneja el bolígrafo. Está hablando, pero su mente está en dos sitios a la vez: escucha y habla en la terraza de la cafetería y busca mi imagen en el Todo. Me presento en todas las versiones posibles, en todo mi esplendor. Aquí estoy.

Desconozco su elección; no me queda otra que descubrirlo según avance el bolígrafo. Creo que el hombre tampoco tiene claro mi aspecto; lo está decidiendo sobre la marcha.

Aparecen mis ojos, cansados. Una sola línea representa la nariz. Otra línea para la patilla y la oreja.

Una sonrisa que se parece más a un rictus, que confluye con una perilla elegante. La sigue la barba en el mismo estilo, y para perfilar el cuello, dos líneas.

Seis círculos y una línea enredada como remate final.

Repaso mi aspecto. No me importa que, de todas las posibilidades, el autor haya rescatado esta imagen, pero me alegro de estar aquí.

Me toca pasar algo de tiempo junto a otras hojas; después me escanean y hacen dos copias en papel y dos sobre el corcho. Hay seis “yo” a partir de ahora en este mundo, que siguen caminos diversos, y cada uno genera pensamientos en la gente que los observa.

Una de las hojas se ha rescatado del montón, para recibir varias capas de color, de rotulador rojo y azul, y a continuación de cera amarilla. Unos toques para resaltar el blanco de mis ojos y de la dentadura perfecta con los lápices de colores: rojo, azul, morado y verde.

- ¡Es una caricatura fantástica, Iñaki

- De un cinco.

- Un nueve, para dejar algo de margen a la mejora, que siempre se puede mejorar…

Cada vez más información se genera a mi alrededor, en forma de pensamientos y palabras.

“Simply original”. Esta definición me gusta. Esta definición me gusta más. Así me ha definido alguien y así me siento.

 Natalia.