Bluritup

  The man sat at the foot of the All-Seeing Eye, head bowed, staring blankly at a single point. His shoulders trembled, but he didn’t cry—his tears had run dry long ago. Beside him stood a dog. It bared its teeth and growled, ears pinned back, fur bristling along its spine. It wasn’t looking at the man. Not at the Eye. But at something behind him. He didn’t dare turn around. The Eye had shown him the answer. Where she was. What had happened. Why he had never been able to find her all these years. He had begged to know the truth. Pleaded. He had said he would give anything, just to know. The Eye never demanded payment upfront. It simply revealed. But knowledge always comes at a price. And now, it stood behind him. His fists clenched. His body tensed—not from cold, not from fear, but from the realization that there was no way back. The dog snarled, froth at its mouth, legs trembling. It could smell what had come to collect its due. It was here. He could feel its breath. He could hear...

Hace mucho tiempo, en un país lejano, vivía Óscar. Cuando era pequeño, su abuelo le dijo que lo más importante en esta vida era la Verdad, pero, en realidad, nadie sabía cuál era esa Verdad. Los aldeanos, la familia de Óscar, todos creían conocerla, pero cuando intentaban ponerse de acuerdo, cada uno tenía la suya. No era la misma Verdad para todos. Óscar intentó comprender qué era la Verdad. Escuchaba atentamente a todos los que hablaban, observaba todo lo que ocurría a su alrededor, e incluso pasó varias noches sin dormir, temiendo perderse algo importante mientras descansaba. Un día, su abuelo le dijo que, para conocer la Verdad, había que acercarse al cielo. Desde entonces, Óscar trepaba a los árboles más altos, subía a las azoteas de los castillos y pasaba horas observando y escuchando… pero nada. Los días se convirtieron en años, y Óscar decidió partir en busca de la Verdad, pues en su pueblo no la había encontrado. Quería escalar la Montaña Alta, la más alta de todas, conven...

  Anya arrived at the office, sat down at her desk, turned on her computer, and spent a couple of minutes staring thoughtfully out the window. It was either snowing or raining—one of those gray, in-between days. The kind of weather that brings on melancholy and existential thoughts about why humans even bother with Mondays. Her gaze shifted to her nails, freshly painted just yesterday, and she smiled. A tiny, goofy face beamed up at her from her index finger—bright yellow, cheerful, and completely out of place in a world of invoices and spreadsheets. Yulia, her office mate and fellow corporate sufferer, noticed it first. "What are you, in first grade?" "Why? What's wrong with it?" Anya protested, stretching out her hand to admire her masterpiece. "Anya, you’re an accountant. That is not an accountant’s manicure. An accountant’s manicure is clear polish and bite marks from chewing your nails during a deadline." "Well, I decided to break the mold....

  Andrea si stiracchiò stancamente. Ormai quella era diventata la sua posa preferita dopo mesi di smart working. Tre anni fa sognava di lavorare da casa, e ora… Ora il suo "ufficio" si era spostato dalla cucina alla camera da letto, poi in soggiorno, e oggi addirittura era finito a lavorare sul balcone. Ogni giornata iniziava sempre allo stesso modo: alzarsi, accendere il laptop, versarsi un caffè e controllare le e-mail in pantaloni del pigiama. Dicono che vestirsi come per andare in ufficio aiuti a essere più produttivi. Andrea ci aveva provato: una volta si era messo una camicia per una call. Si era sentito un idiota, seduto sul divano con la camicia e le mutande. Ieri si era accorto di parlare con l’aloe sul davanzale. La pianta, comprata "per dare un po’ di atmosfera" su consiglio di sua madre, era diventata l'unico essere vivente che assisteva alle sue crisi lavorative in tempo reale. A parte il gatto, ma quello ormai aveva smesso di interessarsi alle ...

En un país lejano, hace mucho tiempo, vivía el rey que llamado Pablo, a quién le gustaba pasar tiempo disfrazado de pueblerino humilde. Quería saber de primera mano cómo vivían sus súbditos, qué necesitaban y qué pensaban de él. Estas aventuras no estaban exentas de peligros. En más de una ocasión, sufrió palizas de bandidos, abusos de poder por parte de los feudos, y también descubrió algo que lo marcó profundamente: los más generosos eran los más pobres. Estas personas, con lo poco que tenían, compartían su último trozo de pan con aquel viajero desconocido. Poco a poco, Pablo supo aprovechar este conocimiento para mejorar la vida de su pueblo y, con ello, aumentar las riquezas de su reino. En una de sus escapadas, conoció a un niño de unos seis años, que enseguida se encariñó con el viajero, sin saber que en realidad era el rey. El niño acompañaba a Pablo a todas horas, mostrándole los caminos más cortos entre las aldeas cercanas y escondites secretos donde refugiarse en caso...

  In front of us is a piece that embodies the spirit of Art Brut—intuitive, untamed art where technique takes a backseat to raw inner truth. It captures a pause, that fleeting moment when a person freezes, lost in thought, detached from time and space. The figure is angular, fragmented, almost constructivist. It seems to be falling apart like a mosaic, yet remains whole. The color palette is warm, yet unsettling: the earthy tones of the floor and walls create a sense of enclosure, while the striking pink elements of the clothing draw the eye— like energy on the verge of bursting free. The room, deliberately rough and minimalistic, is reduced to the bare essentials—door, floor, wall. Everything directs attention to the figure: the posture, the expression—simple, yet not empty. It’s as if he has realized something important but hasn’t taken the first step yet. This is not just a painting—it’s a moment of inner awakening, the threshold of a decision. ------------- Sometimes ...

  Nic era una persona per cui tutto andava sempre "storto". Al lavoro i colleghi erano "sfaticati", in fila al supermercato "tutti lumache", su internet "solo idioti". La sua voce si sentiva da lontano: alta, categorica, tipica di chi pensa di avere sempre ragione. Aveva conoscenti, ma veri amici quasi nessuno. Le persone evitavano i suoi commenti taglienti e le sue osservazioni pungenti. Nic non si era mai chiesto perché gli sembrava sempre che tutto andasse male, né perché nessuno attorno a lui sembrava impegnarsi abbastanza. Dava la colpa agli altri, convinto che fossero incapaci di lavorare, comportarsi o persino pensare come si deve. Una mattina, come al solito, Nic stava andando al lavoro in metropolitana. Il vagone era pieno all'inverosimile e lui borbottava tra sé e sé: "Tutti questi che arrivano dai loro paesini, come se la capitale fosse di gomma". Un uomo lo urtò accidentalmente, e Nic esplose: — Ma guarda che gente...

El equipo de Art Brut de Iñaki tuvo el privilegio de visitar la impresionante exposición de Sorolla y Picasso, organizada por la Fundación Bancaja. Aún hay tiempo para dejarse envolver por el arte: la muestra de Picasso permanecerá abierta hasta el 2 de marzo, mientras que la de Sorolla podrá visitarse hasta el 9 de marzo. Si aún no las habéis visto, no dejéis pasar esta oportunidad. La experiencia fue profundamente enriquecedora e inolvidable. Descubrir las obras seleccionadas para este proyecto permitió adentrarnos en el alma de dos genios de la pintura. La exposición de Picasso nos sumerge en la apasionante historia de amor entre el artista y Jacqueline, su musa, su modelo y su segunda esposa. Durante casi dos décadas, ella inspiró una parte esencial de su obra. Queda patente la libertad creativa de Picasso, su audaz improvisación y la experimentación con materiales y soportes diversos. Fotografías, objetos y montajes en video complementan la muestra de una manera excepcional, permi...